Nunca hemos tenido tantos datos sobre nuestros clientes como hasta ahora, ni tanta capacidad para procesarla y analizarla. Esto nos permite ver qué pasa, pero no siempre el por qué, tener capacidad para preguntar al cliente e integrar esta información dentro del CRM es lo que nos permite generar un diálogo con el mismo, adaptarnos a las necesidades de cada segmento y construir valor.
Opina lo mismo una persona en una zona dónde nuestra empresa es líder que en otra donde no tenemos apenas cuota de mercado, nuestra oferta tiene el mismo valor en función de la cercanía al punto de venta, el hábitat dónde vive el cliente o la climatología. Incorporar toda esta información nos permite entender mejor a cada cliente, definir mejor el mensaje y accionar las palancas más eficientes.
Los clientes, los prospectos, nuestra competencia, los líderes de opinión están compartiendo información constantemente en las diferentes redes sociales, nosotros podemos escuchar selectivamente esta conversación y dar respuestas a las empresas sobre aspectos específicos de ellos, sus productos, su competencia, nuevas tendencias, mercados, etc.